Sobre todas las
cosas que deben constituir nuestro fundamento para el liderazgo cristiano, el
primero y más importante es el amor. Nada debe estar primero que este principio
bíblico, y todas las cosas que hagamos debe de ser motivadas por el amor. El éxito
se de nuestro liderazgo se mide por la manifestación del amor, y el fracaso se
mide por la falta del amor. Las palabras de Cristo fueron las siguientes,
Jesús le dijo: Amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este
es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39
RV 1960)
El apóstol afirmo que la motivación
principal de su ministerio era el amor,
Porque el amor de Cristo
nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron. (2Co 5:14 RV 1960)
Señor en este día quiero servirte por el amor
profundo que te tengo y deseo servir a mis semejantes porque tu amor me constriñe
a amarlos. ¡Amén!