Unidos a Cristo por el Espíritu
Como Hijos de Dios
estamos unidos por medio del Espíritu a Cristo. Pero el que se une al Señor, un espíritu es
con él. (1 Corintios 6:17 RV 1960) Esta es una de las promesas más
importantes de nuestra fe en Jesús. Pablo lo afirma esto más de 83 veces en sus
cartas, y le da un lugar central en la doctrina de la salvación, y de la
resurrección de Cristo en relación a nuestra vida presente. Si el hijo de Dios es uno en espíritu con
Cristo, entonces estoy unido en el Espíritu con Cristo. 1 Cor.6: 17. Esta es una declaración que
debes repetir constantemente en tu vida. Esta es la posición a la cual el Padre
te ha elevado, al aceptar a Jesús como el Señor de tu vida. Esta declaración
que hace el apóstol Pablo es la expresión máxima en las escrituras de la unión
del Creyente con Cristo. Dicho en otras palabras tus eres uno, por medio del
Espíritu con Cristo. Esta no es una promesa para el futuro, o la eternidad, es una realidad del presente.
Esta es la
comparación más profunda y gloriosa. En las escrituras
hay otras comparaciones que hablan de la unión que ahora tenemos con Cristo,
pero esta es la más fuerte y profunda. Por ejemplo, estas ilustraciones: La
rama injertada en la vida puede ser cortada. La oveja se puede extraviar, aun
el hijo se puede desviar. Pero, ¿el que está unido en espíritu con Dios que lo
puede separar? La única respuesta es nada. Por supuesto que la única excepción
somos nosotros mismos.
Esta realidad de tu
posición en Cristo debe de producir en ti seguridad, y adoración.
Seguridad porque no
importa que esté pasando en tu vida, mientras entiendas
con claridad cuál es tu posición espiritual con Cristo, lo demás no determina
tu posición. No hay nada que te pueda separar de esta posición de unión con
Cristo. Eternamente estas ligado en una unión del espíritu con Cristo. Esto es
seguridad y confianza. Esto te ayuda a enfrentar la vida con la convicción de
que nunca estas solo.
Adoración porque esta
es la reacción natural que nace de esta unión que
nos motiva a la exaltación, al amor, y al agradecimiento por que estamos unidos
a Cristo. Todo sentir de valor como persona ahora está centrado en tu relación
con Cristo. No son los triunfos de este mundo, pero en lo que Cristo hizo por
ti en la cruz, y su confirmación como el ungido de Dios por medio de su
resurrección. Así que toda la gloria por todo lo que hay en tu vida como
discípulos de Cristo nace de tu relación de unión con Cristo. No importa donde
estés en la escala de valores de la vida, ahora estas valorado por tu unión con
Cristo
Pablo
declara que, Pues
no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
(Romanos 8:15 RV 1960) Dentro de estas dos palabras
encontramos Seguridad; “Padre”, y adoración; “clamamos”.
Oración:
Señor en este día de adoro, y te
agradezco, al descubrir de nuevo que somos uno, y que al mismo tiempo juntos, somos
uno con el Padre, te doy gracias porque sé que no hay nada que voy a enfrentar
este día que me pueda separar de tu amor. Gracias porque en ti estoy seguro,
gracias porque cada paso que doy, lo doy a tu lado, y déjame decirte que no hay
nada que mas desee en la vida. ¡Amén!