La Siembra y la Cosecha ( Mes de la Multiplicación)
Y edificó Noé un altar a
Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto
en el altar. (21) Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová
en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque
el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a
destruir todo ser viviente, como he hecho.
(22) Mientras la tierra
permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y
el invierno, y el día y la noche. Gen 8:20-22 RV 1960
El mundo acababa de pasar por el juicio de Dios (el
diluvio) y Noé, le presento a Dios un sacrifico de gratitud, un holocausto,
del cual Dios se agrado grandemente que declaro, motivado por ese sacrificio, "No
volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre". Después de eso
declara su bendición sobre la tierra, y establece la ley de la siembra y la
cosecha. (verso 22) Aunque en ese contexto se refiere principalmente a las
plantas, y su ciclo de sembrar y cosechar, el mismo principio lo podemos
aplicar a todo aspecto de la vida. Si tu siembras, espera siempre una cosecha.
En este mes que estamos enfocados en multiplicar, servir,
ofrécete tu mismo como ese sacrificio, declara, y vive que tu eres ese
sacrificio diario a Dios, se que Dios se agradara y te bendecirá, y serás fructífero.
Dios bendice de una manera especial a todo creyente que está dispuesto a
ofrecer su vida a Dios, para sus propósitos.
Declaración:
Hoy declaro que soy un sacrifico vivo, y que voy a sembrar
mi vida en su reino, para su gloria, y recibo por fe la cosecha de bendiciones,
y la multiplicación en mi célula, e iglesia, amen.