Dios
Siempre Llega a Tiempo
1 Reyes 17:1-9 NVI
1999
Ahora bien, Elías, el
de Tisbé de Galaad, fue a decirle a
Acab: «Tan cierto como que vive el Señor,
Dios de Israel, a quien yo sirvo, te juro que no habrá rocío ni lluvia en los
próximos años, hasta que yo lo ordene.» (2) Entonces la palabra del Señor vino a Elías y le dio este
mensaje: (3) «Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en
el arroyo de Querit, al este del Jordán.
(4) Beberás agua del arroyo, y yo
les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí.» (5)
Así que Elías se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí
permaneció, conforme a la palabra del Señor. (6)
Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y
bebía agua del arroyo. (7) Algún tiempo después, se secó el arroyo
porque no había llovido en el país. (8) Entonces la palabra del Señor vino a él y le dio este
mensaje: (9) «Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece
allí. A una viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer.»
Corrie
ten Boom y su hermana Betsie eran mujeres cristianas de mediana edad en Holanda
cuando la Segunda Guerra Mundial irrumpió. Arriesgando todo, escondieron a los
judíos que huían de los Nazis y así rescataron a muchos. Con el tiempo, fueron
arrestadas y llevadas al campo de concentración de Ravensbrück donde Betsie
murió. Corrie sobrevivió milagrosamente y pudo atestiguar de la manera en la
que Dios puede salvar, sanar y perdonar.
Cuando
le preguntaban cómo se prepararon para la persecución, ella contaba una
historia de su niñez:
«Cuando
era una chiquilla le dije un día a mi padre: “Papá, temo que nunca seré lo
suficientemente fuerte para ser mártir por Jesucristo”. Mi padre respondió:
“Dime, cuando tomas un tren para ir a Ámsterdam, ¿cuándo te doy el dinero para
el pasaje? ¿Con tres semanas de antelación?”. “No papi, me das el dinero para
el boleto justo antes de que entremos en el tren”. “Eso es”
—replicó mi padre— “y lo mismo pasa con la fuerza de Dios. Nuestro padre
celestial sabe cuándo necesitarás la fuerza para ser mártir por Jesucristo. Te
dará todo lo que necesites justo a tiempo”».
Esta
es una de la verdades más importantes de la vida de un discípulo de Cristo, y
es una de las más difíciles de aprender, porque la mayoría de nosotros la
aprenderemos, hasta que al igual que Elías, pasamos por la prueba y vemos el
poder de Dios manifestado se, proveyendo lo necesario no solamente para
sobrevivir, pero para ser más que vencedor en medio de toda circunstancia.
Este día no te desanimes por lo que está pasando a tu lado, ni por lo que ven tus ojos, no importa la escases, pero confía plenamente en la provisión de Dios que nunca falla.
Señor
en este día te entrego todas mis cargas, todo mi cansancio, mi escases, mi
enfermedad, sé que tu ayuda siempre llega a tiempo, que sera más que
suficiente. Gracias por estar a mi lado en este momento, y porque nunca me
dejas. ¡Amen!
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Gracias a Dios por esta palabra
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